Esta semana no podemos dejar pasar desapercibida una noticia de una importancia fundamental en el caso Popular que venimos defendiendo desde hace mucho tiempo.
Hacienda descubre de forma casual que el banco utilizó empresas offshore para ocultar créditos a empresas que estaban al borde de la quiebra y así poder enmascarar créditos fallidos.
La Agencia Tributaria señala que hasta ocho operaciones se han realizado mediante el Ducado de Luxemburgo por valor de al menos 196 millones de euros.
Esta maniobra financiera, de la que la prensa se ha hecho eco, ha sido, entre otras cosas, lo que ha generado que el Banco Popular entrara en un camino sin retorno llevándose por delante los ahorros de 305.000 personas.